Aunque no fuera nada.



La desesperación era permanente y la mejor medicina era sentarme a escribir, aunque no fuera el mejor, aunque no fuera escritor…

Tal vez la culpa era mía, tengo que aceptar que pocas cosas me impresionaban, es decir, todo era común para mí. Siempre buscaba lo mismo, escuchaba la misma lista de 10 canciones antes de dormir, recomendaba el mismo libro, visitaba el mismo bar cada fin de semana y tomaba el mismo tipo de cerveza. No me estaba dando la oportunidad de escuchar otras canciones, de leer otros autores, de visitar otros lugares y tal vez… de volverme a enamorar, pero eso sí que lo veía difícil. Ella se había llevado mis poemas, aunque no fuera el mejor, aunque no fuera poeta.

Carlos Niño.


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